Por qué elegí Santos Lugares
La generación y desarrollo de Santos Lugares se produjo, en gran
medida, por la presencia cercana de los talleres Alianza del Ferro Carril Bs.
Aires al Pacífico, talleres en los que llegaron a trabajar más de 5000
operarios.
Y allí, en Santos Lugares, don Federico Valle, un pionero del cine
a nivel mundial, construyó en 1927 una casa, fantástica para aquellos tiempos.
Y en ella, desde 1945 habría de vivir la familia Sabato, tras
alquilar en El Pantanillo, cercano a Villa Carlos Paz, otra propiedad de Valle,
donde don Ernesto escribió Uno y el Universo.
Convinieron un alquiler de setenta y cinco pesos mensuales, y
Valle con su hija Marina, ocuparían el sótano, dependencias que otrora habían
sido depósito de películas, decisión que no dejó de asombrar a los Sabato, pese
a que por entonces ya se habían acostumbrado a las chifladuras de “el viejo”.
Quienes visitaban al escritor quedaban sorprendidos cuando, por
medio de unos escobazos sobre el piso le avisaban que tenía un llamado telefónico.
Entonces Valle, abriendo una puertita empotrada en el suelo, se asomaba, y tras
un cordial saludo tomaba el teléfono.
En octubre de 1960, al morir Valle los Sabato acceden a la
totalidad de la casa, la que compraron poco después. Y aquel sótano fue refugio
de los calores de verano, aislante de la música del Club y en él se agruparon
los integrantes de la familia cada vez que recibían amenazas de bombas en
tiempos de dictadura militar.
Horacio
Callegari
Historiador,
Escritor
Fotografía tomada por Horacio Callegari
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