La copa roja
Rojos de ira.
Rojos muy rojos sus rojos.
Sus ojos rojos.
Sabores que se aúnan.
Se acoplan en un instante eterno de desazón.
El dejo amaderado y matizado con fresa fresca
no logra disfrazar el salitre que se desliza por mi desdibujado rostro.
Rojos muy rojos mis ojos.
Rojas muy rojas mis lágrimas rojas.
Gotas rojas de tu vino seco.
Sólidos cristales mutilados de mil formas diferentes.
Podrían anegar íntegros ríos.
Ríos rojos muy rojos.
De llanto.
Gotas rojas de rojas y estériles lágrimas.
Sabor amargo absurdo.
Entre tú y yo hoquedad.
Inasequible de colmar.
Claudia Susana Díaz, Argentina
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