jueves, 6 de marzo de 2014

Maria Fernanda Macimiani, Festival Internacional de Poesía Grito de Mujer

Princesa sin corona
Cierro los ojos
y la veo tejiendo
cuentos de barcos
y piratas viejos.
Caricias de abuela
arruguitas de sol
dulce acuarela
en mi corazón.
No olvido los mates
de miel y cedrón
las historias tristes
las novelas de amor.
Fueron sus brazos
mis abrazos
prisioneros de ternura
de nietos sin llanto.
Sus ojos de almendras
regalaron paciencia
calma y recuerdos
de vivida experiencia.
Entre ceibos rojos
y coloridas camelias
sólo la imaginan
una dulce abuela.
Pero fue princesa
de una historia
que no es cuento
de una historia
con lágrimas
pasión y tormentos.
Sus manos bellas
sus cabellos viento
su figura frágil
su sonrisa un sol.
Doncella perfumada
soñadora enamorada
de naranjas su aroma
girasoles su mirada.
Jovencito arremangado
laborioso, despeinado
de semillas sus manos
de tierra su pasado.
Alejándose los padres
de la princesa dejaron
la joven al cuidado
de sus tíos en el campo.
Ausencia y malos tratos
marcaron la vida
de la jovencita
que no entendía
el fuego de esos ojos
quemaba y dolía
solo buscaban
la herencia maldita.
Pero el amor destruye
los látigos sangrientos
el dolor de la gente
los prejuicios negros.
La princesa fue raptada
por su príncipe amado
con promesas de otra vida
dulce sueño sin palacio.
Ella dejó atrás
lágrimas y tristezas
ella dejó atrás
puntillas y tormentas.
Y amó a ese príncipe
pobre y valiente
que le dio un hogar
un nido, un presente.
La princesa no sólo tejió
mantas de suave lana
ella tejió una vida
de amores y nostalgias.
Y así vivieron felices
hasta el fin de sus tiempos
abrazando recuerdos
hijos, nietos.
Sin corona
fue Princesa
sin palacio
tuvo un reino
este es el final
de una historia
que no es cuento.

Maria Fernanda Macimiani, Argentina


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